Es inevitable, las averías en las empresas ocurren, y lo peor de todo es que “las averías son caras”.
En la medida en la que las empresas realizan un plan de mantenimiento preventivo, también conocido como mantenimiento industrial, se reducen las averías imprevistas, y toda la empresa se ve beneficiada, ya que nos podemos anticipar a los problemas en un porcentaje alto.
Hoy en día es casi obligatorio tener una atención especial a la gestión de activos. Las inversiones en recursos son muy significativas, y el mal funcionamiento o inoperancia de los mismos deriva en pérdidas económicas que pueden llegar a ser muy críticas.
Las averías son caras porque producen:
- Costes de reparación que incluyen gastos en materiales, gastos de personal, gastos en servicios subcontratados.
- Daños en las máquinas o instalaciones, que en algunos casos supone el acortamiento de su vida útil.
- Pérdidas de producción, ya que por un lado, se pierde la cantidad de producto que se ha obtenido con taras consecuencia de un mal funcionamiento, y por otro, el trastorno de la planificación al retrasarse las entregas. Pero lo más importante, el mal servicio si la situación afecta a los clientes.
- Riesgos para las personas. En algunas ocasiones, existen averías que pueden provocar accidentes muy graves.
- Realizar un plan de mantenimiento industrial ayuda a reducir todos estos costes, al reducir las paradas de máquina y la subactividad de producción. Además, se ven reducidas también el número de intervenciones, las horas empleadas y los costes de mantenimiento correctivo que se provocan a posteriori para solucionar las averías.
¿Cuáles son los objetivos a conseguir con un plan de mantenimiento preventivo?
- Minimizar al máximo las acciones correctivas. Intervenir con el mantenimiento antes de que se produzca la avería, pudiendo planificar las tareas y recursos necesarios.
- Reducir los gastos por mantenimiento y reparaciones.
- Aumentar la disponibilidad de la maquinaria, aumentando así su capacidad productiva y obteniendo mayor rentabilidad.
- Alargar la vida útil de los equipos, para que puedan seguir funcionando perfectamente el mayor tiempo posible sin necesidad de ser sustituidos por otros nuevos.
- Aumentar la productividad de la maquinaria y el operador, evitando así los tiempos muertos.
- Evitar la pérdida de materia prima que quede inutilizable por mal procesados en la cadena de fabricación.
- Reducir los riesgos de accidentalidad laboral por rotura de componentes.
La implantación del módulo de mantenimiento industrial de un ERP es la solución a todas estas necesidades, ya que:
- Proporciona un control de las acciones de mantenimiento en cada equipo.
- Gestiona eficientemente los recambios para asegurar su disponibilidad.
- Automatiza los planes preventivos para aumentar su eficiencia.
Fuente:
https://www.datadec.es/blog/
Deja una respuesta